Alfonso VI de León y Castilla (* 1040 – Toledo, 1 de julio de 1109). Llamado Alfonso el Bravo, fue rey de León (1065 - 1109), de Galicia (1071 - 1072; 1072 - 1109) y de Castilla (1072 - 1109).
Consolidado en el trono castellano-leonés, Alfonso VI dedica los siguientes 14 años de su reinado a engrandecer sus territorios mediante la conquista, aunque comete el error de no repoblar con cristianos muchos de los territorios conquistados[cita requerida], a los que controlaba por medio de guarniciones, tal como ocurrió con Uclés y con los territorios de los Banu Di-l-Nun.
Su gran expansión territorial la hará a costa de los reinos taifas musulmanes, para lo cual Alfonso siguió con la práctica de explotación económica mediante el sistema de parias consiguiendo que la mayor parte de los reinos de taifas de la España musulmana fuesen sus tributarios, práctica a la que unió la presión militar.
Su gran expansión territorial la hará a costa de los reinos taifas musulmanes, para lo cual Alfonso siguió con la práctica de explotación económica mediante el sistema de parias consiguiendo que la mayor parte de los reinos de taifas de la España musulmana fuesen sus tributarios, práctica a la que unió la presión militar.
En 1074 había fallecido, envenenado en Córdoba, su vasallo y amigo, el rey de la taifa de Toledo Al-Mamún a quien sucedio su nieto Al-Qádir quién, en 1084, solicitó por segunda vez la ayuda de Alfonso ante un levantamiento que pretendía derrocarle. Alfonso aprovechó el llamamiento de ayuda del rey taifa para sitiar Toledo ciudad que caería el 25 de mayo de 1085 y al-Qadir fue enviado como rey a Valencia bajo la protección de Alvar Fáñez.
Tras esta importante conquista, el monarca se tituló emperador de las dos religiones y como gesto ante la importante población musulmana de la ciudad se compromete, además de respetar las propiedades de estos, a reservarles la mezquita mayor para su culto. Esta decisión será revocada por el recién nombrado arzobispo de Toledo, el cluniacense Bernardo de Sauvetat, aprovechando una ausencia del monarca de Toledo y valiéndose para ello del apoyo de la reina Constanza de Borgoña.
Tras esta importante conquista, el monarca se tituló emperador de las dos religiones y como gesto ante la importante población musulmana de la ciudad se compromete, además de respetar las propiedades de estos, a reservarles la mezquita mayor para su culto. Esta decisión será revocada por el recién nombrado arzobispo de Toledo, el cluniacense Bernardo de Sauvetat, aprovechando una ausencia del monarca de Toledo y valiéndose para ello del apoyo de la reina Constanza de Borgoña.
La ocupación de Toledo, que permite a Alfonso VI incorporar el título de rey de Toledo a los que ya ostentaba, llevó a la toma de ciudades como Talavera y de fortalezas como el castillo de Aledo. La entonces ciudad de Mayrit es también ocupada en 1085 sin resistencia, probablemente mediante capitulación. La incorporación del territorio situado entre el Sistema Central y el río Tajo, servirá de base de operaciones para la corona castellano-leonesa, desde donde podía emprender un mayor hostigamiento contra las taifas de Córdoba, Sevilla, Badajoz y Granada.
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