martes, 9 de junio de 2009

IN TABERNA QUANDO SUMUS...

He aquí una canción de latín medieval (siglo XIII) perteneciente a los Carmina Burana:


In taberna quando sumus,
non curamus quid sit humus,
sed ad ludum properamus,
cui semper insudamus.
Quid agatur in taberna
ubi nummus est pincerna,
hoc est opus ut queratur,
si quid loquar, audiatur.

Quidam ludunt, quidam bibunt,
quidam indiscrete vivunt.
Sed in ludo qui morantur,
ex his quidam denudantur
quidam ibi vestiuntur,
quidam saccis induuntur.
Ibi nullus timet mortem
sed pro Baccho mittunt sortem.

Primo pro nummata vini,
ex hac bibunt libertini;
semel bibunt pro captivis,
post hec bibunt ter pro vivis,
quater pro Christianis cunctis
quinquies pro fidelibus defunctis,
sexies pro sororibus vanis,
septies pro militibus silvanis.

Octies pro fratribus perversis,
nonies pro monachis dispersis,
decies pro navigantibus
undecies pro discordantibus,
duodecies pro penitentibus,
tredecies pro iter agentibus.
Tam pro papa quam pro rege
bibunt omnes sine lege.

Bibit hera, bibit herus,
bibit miles, bibit clerus,
bibit ille, bibit illa,
bibit servus cum ancilla,
bibit velox, bibit piger,
bibit albus, bibit niger,
bibit constans, bibit vagus,
bibit rudis, bibit magus.

Bibit pauper et egrotus,
bibit exul et ignotus,
bibit puer, bibit canus,
bibit presul et decanus,
bibit soror, bibit frater,
bibit anus, bibit mater,
bibit ista, bibit ille,
bibunt centum, bibunt mille.

Parum sexcente nummate
durant, cum immoderate
bibunt omnes sine meta.
Quamvis bibant mente leta,
sic nos rodunt omnes gentes
et sic erimus egentes.
Qui nos rodunt confundantur
et cum iustis non scribantur.

La tracucción sería:

Cuando estamos en la taberna,
no nos interesa donde sentarnos,
sino el apresurarnos al juego
que siempre nos hace sudar.
Lo que sucede en la taberna
es que el dinero se gasta;
más vale que preguntes antes,
si yo te lo digo, entonces escucha.

Algún juego, alguna bebida,
algo que disfruten unos y otros
de aquellos que se quedan a jugar.
Algunos están desnudos,
otros están vestidos,
y otros cubiertos con sacos.
Ninguno teme a la muerte,
y echan suertes en honor a Baco.

Una vez, por el tabernero
los hombres libres beben ansiosamente;
dos veces, beben por los cautivos;
tres veces por la vida, luego;
cuatro, por todos los cristianos;
cinco veces, por los mártires;
seis, por los hermanos enfermos;
siete, por los soldados en guerra.

Ocho veces, por los hermanos errantes;
nueve, por los monjes disgregados;
diez veces, por los navegantes;
once, por los desavenidos;
doce veces, por los penitentes;
trece veces, por los viajeros;
tanto por el Papa como por el rey
todos beben sin límite.

La señora bebe, el señor bebe,
el soldado bebe, el clérigo bebe,
el hombre bebe, la mujer bebe,
el esclavo bebe, la esclava bebe,
el hombre activo bebe, el indolente bebe,
el hombre blanco bebe, el negro bebe,
el perseverante bebe, el vago bebe,
el ignorante bebe, el sabio bebe.

El hombre pobre bebe y el invalido bebe,
el desterrado bebe, y el desconocido bebe,
el muchacho bebe, el anciano bebe,
el presidente bebe, el decano bebe,
la hermana bebe, el hermano bebe,
el viejo bebe, la madre bebe,
esta bebe, aquel bebe,
centenares beben, miles beben.

Seiscientas monedas son muy pocas
para que alcancen, cuando desenfrenados
e incesantes, todos están bebiendo.
Déjenlos beber cuanto quieran,
la gente los inoportuna tanto
a pesar de ser tan pobres.
Dejen que se confundan los inoportunos
y no sean tenidos por justos.

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